La operación de una cabra desata una cruzada solidaria en la comarca de O Val Miñor

Monica Torres
mónica torres NIGRÁN / LA VOZ REDONDELA / LA VOZ

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La isla de Tali

Necesitan recaudar 4.000 euros para salvar la vida de Borbón, rescatada en Tomiño. Beta Implants ya ha diseñado un implante

04 may 2024 . Actualizado a las 00:04 h.

Llamamiento urgente desde la isla de Tali, el refugio de O Val Miñor que ha salvado a más de medio millar de animales abandonados en los últimos siete años. Borbón, uno de los miembros más queridos y vulnerables de esta familia interespecie, afronta el lunes en Madrid una operación a vida o muerte tras movilizar a veterinarios de toda Galicia, traumatólogos de Europa y a la empresa Beta Implants de O Porriño, explica Natalia Rodríguez, fundadora de la asociación.

El reto en esta ocasión es especialmente difícil ya que, aunque el refugio lucha y defiende que «todas las especies tienen los mismos derechos y las mismas ayudas», se han dado cuenta de que no siempre es así fuera de la isla. Al menos, en el caso de Borbón, una cabra a la que rescataron recién nacida en Tomiño tras la muerte de su madre en un complicado parto que le provocó una severa malformación congénita y parálisis cerebral. «No es justo que por ser una cabra no reciba la misma ayuda que si fuera un perro, cuando el carácter es el mismo. Borbón está loco por vivir y ser feliz y por eso vamos a seguir luchando», advierte Natalia. Ambos están en Madrid porque Borbón se trasladó hace quince días al hospital Puchol, donde está programada su operación.

Llegar hasta aquí ya fue una odisea. Se toparon con muchas trabas por tratarse de una cabra y es una contrarreloj porque las vértebras aprisionan la médula espinal de Borbón. Cada vez tiene mayor dificultad para moverse y también se disparan los riesgos de secuelas o daños permanentes. Necesitan recaudar los 4.000 euros que han de afrontar por todas las pruebas, la operación y el posoperatorio confiando en que supere la compleja intervención quirúrgica. «Tenemos pendientes de su evolución a nuestros 30.000 seguidores de Instagram y hemos creado una colección especial de merchandising para poder costear todo», anuncia Natalia para pedir a cuantos puedan que colaboren adquiriendo en su tienda online las bolsas o chapas diseñadas por Teresa Such o cualquiera de los otros productos de un variado catálogo que incluye calendarios, camisetas o llaveros y otras posibles aportaciones.

Tali, que es como todos conocen a esta joven amiga de los animales que ha hecho de su cruzada un proyecto de vida que comparte con su familia, amigos y voluntarios, hace hincapié en que no hay especies de segunda clase. Sin embargo, el sencillo hecho de hacer un tac, «que para un perro o un gato se consigue casi al momento, nos llevó un mes», advierte. Por el camino, falta de formación e información. «No es proporcional el precio de una cabra con el coste de las pruebas», afirma que le llegaron a decir en varias ocasiones.

Bárbara Ceballos

Se ve que no conocen a esta joven de Nigrán quienes quisieron ponerle precio a una vida. Con el respaldo de sus veterinarios de cabecera, Antía Chamorro y Vanesa Alonso, preguntaron a los de toda Galicia y consultaron a médicos traumatólogos. Las puertas se cerraban mientras la situación de Borbón se agravaba. «El primer rayo de luz llegó con Beta Implants», recuerda. De ahí a Madrid donde, tras las pruebas, que costaron 900 euros, descartaron la operación porque «las posibilidades de éxito son de entre un 5 y un 10 %». «Demasiado arriesgado y muy costoso», les dijeron. La respuesta no les convenció y se aferraron a la valoración de algunos expertos para apostar por esta cirugía de descompresión para la que Beta Implants ha diseñado un implante específico que sujete las vértebras de Borbón y libere la presión de la médula para que recupere la movilidad. La prioridad es que recupere su vitalidad y celebre el 23 de mayo su primer cumpleaños en familia.

Cuando lo recogieron en Tomiño, Borbón no tenía muchas posibilidades, pero les demostró sus ganas de vivir. «Tenía días y estaba muy malito. No se levantaba ni podía caminar y le dábamos biberón cada dos horas y calostro gracias a las donaciones de Suso, que es un cabrero de la zona. Con rehabilitación, fisioterapia y medicación, «llegó a a correr y caminar en unos meses y tenía una calidad de vida digna, que es la que ahora queremos que recupere», explica Tali sin separarse de su lado. Cuantos puedan sumarse a la causa solo han de pasarse por la tienda de laisladetali.com.