Los jugadores del Racing, abatidos tras el tropiezo contra el Mirandés

Jose Valencia FERROL / LA VOZ

OPA RACING

CESAR TOIMIL

Un error en el arranque del partido vuelve a condenar al equipo ferrolano

30 abr 2024 . Actualizado a las 22:37 h.

La derrota frente al Mirandés dolió como nunca a una plantilla racinguista, que al igual que la afición, está ilusionada con la oportunidad de jugar un play off de ascenso. El vestuario racinguista es inaccesible, nadie entra allí a no ser los jugadores, equipo técnico o directivo. Es imposible saber lo que pasó allí al final del partido, o incluso en el descanso, aunque con total seguridad la decepción fue grande. Los rivales también saben jugar bien al fútbol, se juegan mucho, tienen su corazón y se dejan el alma en el campo. La imagen final del partido era la de seis o siete jugadores del Mirandés tumbados en el campo, extenuados, tras una defensa numantina para frenar las embestidas de un Racing desesperado, precipitado, que se volcó en ataque para tratar de resolver un partido, que de haberlo ganado le habría alegrado la vida a su afición.

Hay muchos partidos que son complejos, difíciles de desentrañar para saber qué pasó. No es el caso del choque ante el Mirandés. El Racing cometió un error grave en el primer minuto de juego y a partir de ahí el partido ya quedó retorcido. El gol allanó el camino al planteamiento de partido de un Mirandés, con cinco atrás y gente arriba de calidad, con la que consiguió un segundo gol en una rápida contra en el arranque de la segunda parte.

El Racing fue víctima del rival y de sus propios errores, en defensa y en ataque. Llegó arriba con fluidez, aunque le faltó mover el balón con una mayor velocidad para hacer daño a una defensa muy cerrada, que tapó todos los huecos. Hubo mucha precipitación, de ahí que muchos de los centros al área no tuvieran la calidad de otros encuentros. El equipo también lo intentó a balón parado y con tiros desde fuera del área. No hubo suerte. Un gol los hubiera metido en el partido, aunque esta vez no llegó. Casi todos los disparos se fueron por fuera y los que fueron por dentro los detuvo el portero del Mirandés. Tras el 0-2, Cristóbal decidió jugar con tres defensas, arriesgándose a que llegara un 0-3. Los jugadores eran conscientes de la importancia del partido pero faltó la inspiración de jugadores importantes en otros encuentros como Nico Serrano, Iker losada o Álvaro Giménez y atrás se volvió a pasar muy caro uno de ellos fallos que no se pueden cometer en esta categoría.

El equipo falló en las dos áreas

Las estadísticas del encuentro entre el Racing y el Mirandés, ofrecidas por Flashscore, reflejan la infructuosa posesión de balón por parte del Racing 73,4% por 26,5 % del Mirandés, así como el escaso acierto en ataque. Los ferrolanos realizaron 24 remates por los cinco del Mirandés, aunque entre los tres palos solo cuatro del Racing y otros cuatro de los castellanos. Por lo tanto el Racing hizo trece remates fuera y otros siete fueron rechazados.

Los verdes también sacaron seis córneres por ninguno del Mirandés y hubo dos paradas por parte de Cantero y otras cuatro por parte de Ramón Juan, el portero del Mirandés.

En cuanto a los ataques hubo 139 por parte del Racing, 84 de ellos con peligro, por los 14 del Mirandés. En faltas hubo nueve para cada equipo.

Los números reflejan lo que cualquier aficionado pudo ver en el campo. No fue una buena tarde para el equipo de Cristóbal, que regaló el penalti del primer gol, perfectamente evitable ya que no era una acción de extremo peligro y en el segundo gol, aunque fue más acierto de Lautaro, lo cierto es que el exjugador del Celta Fortuna, disparó cómodo y sin oposición. En ataque a los ferrolanos les faltó claridad de ideas, mucha llegada y pocos disparos entre los tres palos.

Lar áreas mandaron en el partido, el Racing solo fue mejor en la posesión, aunque fue infructuosa. Los movimiento a la desesperada de Cristóbal Parralo en la segunda parte del encuentro tampoco arreglaron nada. Levantar un 0-2 en contra no es fácil frente a un equipo como el Mirandés, que se está jugando la permanencia y que jugó en Ferrol el partido que más le interesaba, con un camino allanado con ese penalti en el primer minuto de juego.