Jéssica Bouzas deslumbra ante Badosa y jugará la segunda ronda del Mutua Madrid Open frente a la número 10 del mundo

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

SERGIO PEREZ | EFE

La gallega doblegó a la catalana 2-6, 6-3 y 6-3 para medirse mañana a la letona Jelena Ostapenko

24 abr 2024 . Actualizado a las 19:57 h.

Jéssica Bouzas Maneiro se ha estrenado a lo grande en su primer cuadro final de un WTA 1.000. Frente a la catalana Paula Badosa, actual número 101 del mundo y segunda mejor raqueta del circuito profesional hace tan solo un par de años, la vilagarciana se impuso 2-6, 6-3 y 6-3 en su duelo de primera ronda del Mutua Madrid Open, en un partido largo e intenso que se fue a las 2 horas y 5 minutos en la tierra de la Manolo Santana, la pista central de las instalaciones de la Caja Mágica.

La gallega se medirá este jueves en segunda ronda a la letona Jelena Ostapenko, actual número 10 del mundo y, como Badosa, cinco años mayor que Jéssica Bouzas, que arrancó la semana como número 93 del ránking profesional.

Comenzó Jéssica con mucha fuerza su duelo con Badosa. Rompiéndole el saque a su rival, para subir el 2-0 con su primer servicio. Pero la catalana reaccionó pronto. Haciéndole un juego en blanco a Bouzas con el que igualaba su break para encadenar un 6-0 cerrado de la misma forma. Eso sí, de lo más engañoso. Porque la jugadora que entrena el madrileño Roberto Ortega-Olmedo obligó a Badosa a darlo todo, protagonizando ambas un continuo toma y daca en el que derrocharon ese tenis ofensivo que las asemeja. De hecho, la arousana tuvo una bola para el 3-1, que desperdició con una doble falta, y otras dos para el 3-3.

Tras 43 minutos de partido, tocaba levantar el 6-2 en contra. Y de qué manera lo hizo Jéssica Bouzas. Arrancando de nuevo el set ganando al resto, la gallega necesitó 19 minutos para poner el 4-0. Muy agresiva, a la recién llegada al Top 100 mundial le bastaron dos docenas de puntos para poner tierra de por medio. Y si no sentenció antes la segunda manga, fue por la resiliencia de una Badosa que abortó cuatro bolas de Bouzas para el 5-1. Tras el 4-2, la catalana pareció poder forzar el tiebreak al subir con un potente resto el 5-3. Pero Bouzas Maneiro cerró el parcial 6-3 dejando a su adversaria en blanco en el último juego.

Había apostado la vilagarciana fuerte por desgastar a Badosa a base de derechazos inmisericordes a manera de martillo pilón y haciéndole correr de un lado a otro de la línea de fondo, sabedora de que, más allá de sus problemas de espalda, su rival llegaba muy justa tras sufrir la semana anterior en Stuttgart una microrrotura en el aductor de su pierna izquierda, acompañada en Madrid de un aparatoso vendaje. Pero a la catalana la movía su afán por empezar a recuperar el terreno perdido en este último año para el olvido, que se ha pasado prácticamente en blanco por sus dolencias en la espalda.

Y así fue que hubo que aguardar a bien avanzado el último set para deshacer el intercambio de servicios y ver a Jéssica romper la igualdad con su primera rotura de saque para anotarse el 4-2. Badosa le respondió con contundencia, pero en el siguiente juego, sirviendo, encadenó cuatro errores, una doble falta incluida. Al saque, Bouzas no quiso dar la menor esperanza de remontada a la catalana, cerrando el partido con otro juego en blanco.

«Quiero probar que puedo competir con estas jugadoras»

Una sonrisa de oreja a oreja que se fue ensanchando mientras su cabeza se alzaba lentamente hacia el cielo, en un gesto más de felicidad pura que de orgullo. Esa fue la reacción de Jéssica Bouzas al ver cómo con su último golpe colocaba la pelota justo en una de las intersecciones del rectángulo que separa el in del out sobre la pista de tenis. Ni un salto ante la mirada de Paula Badosa. Solo la fina permeabilización en su rostro de la alegría de una joven que acababa de derrotar por vez primera a una de esas jugadoras que hace no tanto eran los espejos en los que se quería reflejar.

«Estoy súper contenta de lo que he hecho hoy en pista, de cómo he jugado contra Paula, que es una gran jugadora, a la que tengo como gran referente desde que era pequeña. Poder ganar a jugadoras como ella es una alegría enorme», declaró Jéssica a pie de pista recién finalizado su duelo con Badosa a Anabel Medina, comentarista de Teledeporte.

La gallega explicó cómo se repuso del 6-2 del primer set: «Paula había subido el nivel y yo estaba en una dinámica un poco mala. Me dije, ‘O cambio algo y me animo un poco e intento sacar esto y creérmelo o esto se va rápido'». Y con el apoyo de su equipo desde la grada, añade, lo logró.

La gallega se mide este jueves no antes de las 12.30 en segunda ronda (Teledeporte) a la letona Jelena Ostapenko, número 10 del mundo y, como Badosa, cinco años mayor que Jéssica, actual número 93 del ránking profesional. Respecto a su próximo reto, la arousana muestra la ambición que la ha traído hasta aquí: «Al final todo se demuestra en la pista y quiero demostrar que puedo competir contra estas jugadoras».