O Vicedo plantea convertir en hotel una antigua conservera aprovechando los nuevos usos de la ley del litoral

Lucía Rey
Lucía Rey VIVEIRO / LA VOZ

O VICEDO

Restos de la antigua fábrica de conservas El Cisne, en O Vicedo, cerca de la playa de Caolín
Restos de la antigua fábrica de conservas El Cisne, en O Vicedo, cerca de la playa de Caolín PEPA LOSADA

El alcalde considera que la antigua factoría El Cisne podría tener un uso turístico o industrial: «Antes era imposible»

01 may 2024 . Actualizado a las 13:57 h.

En las inmediaciones de la playa de Caolín, uno de los arenales más hermosos de la costa cantábrica, se sitúan los restos de la antigua fábrica El Cisne. Una conservera que funcionó hasta mediados de los años noventa tras ser fundada en 1976 por el industrial Francisco Xavier Piñeiro Seoane y sobre la que el Concello de O Vicedo plantea aprovechar los nuevos usos de la Lei do Litoral. Una propuesta sería reconvertirla en hotel, siempre y cuando, la actual propiedad de la instalación, que se desconoce, diese el visto bueno. 

Así lo explica el alcalde, Jesús Novo (PP), que afirma tener depositadas «moitas esperanzas» en la norma autonómica que acaba de ser avalada por el Tribunal Constitucional tras el recurso que había presentado el Gobierno central, que llegó a tildar el documento como una «declaración de independencia» de Galicia por las competencias en materia que asume a la hora de gestionar 2.555 kilómetros de costa y evitar la pérdida de 4.000 edificios. «Levo moitos anos indo ás reunións que se fixeron sobre a lei porque é un tema que nos afecta moito», señala el regidor, que confía en que la nueva norma también permita actuar, entre otros, sobre un par de casas que se han convertido casi en islas, rodeadas prácticamente de agua, debido a la acción del mar.

La conservera se sitúa en una parcela de 3.611 metros cuadrados, según los datos de la Sede Electrónica del Catastro. En ella se levanta una nave que roza los dos mil metros cuadrados y un almacén anexo con una superficie de 741. La zona de oficinas ocupa 145 metros cuadrados, unas instalaciones cubiertas en su parte exterior por la maleza y cuyo interior ha sufrido al menos dos incendios en las últimas dos décadas.

De no cuajar la opción del hotel, Novo plantea que la nave podría ser utilizada para almacén. «Ata agora, a lei non permitía facer nada porque a conserveira está sobre chan rústico común, construído, e só se podían facer obras de restauración e mantemento, pero confío en que agora se lle poida dar un uso industrial ou turístico. Antes era imposible», sentencia. 

Jesús Novo fue uno de los alcaldes mariñanos que el pasado sábado asistió al encuentro en el que PP de Lugo ensalzó en Viveiro la validación de la ley, y que fue encabezado por la presidenta del Partido Popular en la provincia, Elena Candia, y el conselleiro do Mar, Alfonso Villares. 

La nueva ley gallega dividirá la costa en tres franjas con usos diferenciados. Industrias e instalaciones turísticas estarán vetadas en el 70% del litoral.